clase 19 18.03.15
Nace 8 de enero de 1902, Estados Unidos, influyente psicólogo en la
historia estadunidense. Rogers se crio en un hogar caracterizado por estrechos
lazos familiares, sus padres se preocupaban mucho por él y sus hermanos,
compraron una granja ya que creían necesario dejar a los adolescentes de las
tentaciones de la vida suburbana. Rogers inició sus estudios universitarios en
Luisconsin, en el campo de la agricultura. Luego empezó a estudiar para
sacerdote pero desistió de ellos se dice que Rogers siempre hizo lo que quiso,
ya que en otro lado le ponían reglas y en la psicología no, así que estudio
eso.
Rogers estaba trabajando con un niño, pero el pequeño no tenía nada, así
que Rogers le dijo a la mamá que ya no podía hacer nada con él, y ella le dijo
que trabajara con ella. Rogers se dio cuenta que solo el cliente sabe su
problema, no el terapeuta y el cliente puede llegar a darse sus propias
respuestas.
Durante los años que Rogers trabajó en Ruchester, transcurrió la
infancia de sus hijos, una niña y un varón quienes les enseñaron sobre los
individuos, su desarrollo y sus relaciones, Rogers creyó que era un mal padre
pero por fortuna su esposa fue una buena madre y los educó de la mejor manera,
uno de los grandes éxitos de él fue tener una buena comunicación con sus hijos
ya de adultos y con sus esposos y que ellos repitieran lo mismo. Su esposa y él
descubrieron verdaderos refugios e ciertas zonas de México y el caribe, ahí
nadie sabía que era psicólogo y sus principales actividades consistían en
pintar, hasta que murió.
La psicoterapia rogeriana es el enfoque que mayor influencia ejerce
actualmente sobre los psicoterapeutas y consejeros norteamericanos. Es catalogada
de especulativa y anticientífica por sus detractores, y vista como la terapia
ideal por sus seguidores. Esta ha pasado por diversas transformaciones.
El hombre, dice
Rogers, es positivo por naturaleza, y por ello requiere respeto absoluto,
especialmente en cuanto a sus aspiraciones de superación. De ello se desprende
que está contraindicado para el psicoterapeuta realizar todo tipo de conducción
o dirección sobre el individuo; todo tipo de diagnóstico o interpretación,
porque ello constituiría un atentado contra las posibilidades del sujeto y
contra su tendencia a la actualización. Se exige, o mejor dicho, se recomienda,
situarse en el punto de vista del cliente, asumir su campo perceptual y
trabajar en base a ello como una especie de alter ego.
Incluso la
palabra "cliente" es asumida de una manera especial: el cliente es aquella
persona que responsablemente busca un servicio y participa del proceso
terapéutico de la misma manera.
Las
características personales que Rogers considera necesarias en todo buen terapeuta
que intente instrumentalizar su enfoque son las siguientes:
a) Capacidad
empática
b) Autenticidad
c) Consideración positiva incondicional.
No debe verse al
terapeuta como una persona superior; es alguien que sencillamente ha logrado
dar libre paso a su capacidad de actualización, y que por lo mismo puede
manejar con más eficacia y productividad su campo experiencial y ayudar a que
los otros también lo hagan
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